
En el presente post, expondré una primera radiografía del abrazo cerrado. Lo expreso de esta manera para recalcar que se trata de una profundización que comenta la estructura de algo tan sencillo como abrazarse a alguien. Así de sencillo es el tango: se puede bailar naturalmente como se puede comer sin comprender el proceso de la digestión puesto que en general la técnica procura precisamente propiciar la naturalidad en la consecución de todos los movimientos. Claro está que todo conocimiento nuevo suma y multiplica posibilidades y este blog es posibilista.
Para ello, me valdré de unos vídeos de Mariana Montes y Sebastián Arce sobre el tema que ofrecen en Youtube como muestras gratuitas del contenido pedagógico de su web de pago (http://www.tangomeet.com) y que se precian de tener un enfoque metodológico que aborda múltiples estilos. Ahora hablarán del abrazo cerrado. Un ejemplo de ellos mismos bailando en abrazo abierto sería el siguiente:
Volviendo al abrazo cerrado, aunque se expresan en inglés con una pronunciación bastante buena aunque no siempre correcta y los subtítulos si se activan son erróneos, se llegan a incluir hasta efectos visuales que permiten el entendimiento sin más que verlos.
Los primeros vídeos sólo sirven para presentar el último. Evidencian errores o dudas en el abrazo cerrado que finalmente explicarán. Se puede ir al último vídeo directamente.
Primer vídeo (1 minuto aprox.):
Segundo vídeo (1 minuto aprox.):
Tercer vídeo (1 minuto aprox.):
El último vídeo (15 minutos aprox.) entra en materia.
Resumen en castellano:
Primero, hablan de la distancia previa al abrazo. Debe haber un pie entre los pies de ambos para habilitar el espacio donde ambos torsos puedan acercarse y encontrarse en el centro de la pareja y alcanzar la deseada conexión superior, entre torsos. Sin tal espacio los torsos no pueden adelantarse.
Para no inclinarse sobre el otro, para no caer sobre el otro, cada bailarín debe sentir energías opuestas que equilibran su postura desde su centro, el ombligo aproximadamente para entendernos: una energía hacia arriba desde el centro a la cabeza y una energía hacia abajo desde las caderas a tierra. De esta manera también se logra la base fuerte que hay que procurar, evitando adelantar las caderas excesivamente.
Luego, el abrazo es el primer paso del baile y por tanto el acto de aproximarse al centro de la pareja para conectar los torsos es un acto de belleza. Estamos bailando mientras nos abrazamos.
Este acto de aproximación debe realizarse simultáneamente. La chica no debe esperar una marca para esta aproximación. Se acerca por sí sola evidenciando así su deseo de bailar.
Seguidamente, se explica el posicionamiento de los brazos como los que tendrían posando para una postal de bienvenida, esto es, rotando las manos hacia afuera para abrirse pectoralmente. Se da la bienvenida al cuerpo del otro y al final sólo se giran las muñecas para contactar y mantener el abrazo. Sólo se giran las muñecas: ni los codos (que deben permanecer hacia abajo), ni los hombros (que deben estar relajados).
Después, se comenta la profundidad del abrazo, entendiendo por esto la medida en la que los brazos acogen el cuerpo del otro. En este abrazo inicial, la mano derecha del chico no debe sobrepasar la línea de dirección del chico, su propio esternón (le llama así porque el paso de la chica se dirige hacia donde apunta el esternón del chico, el centro de su tórax). Comenta Sebastián que dejar la mano allá permite estimular la columna y acercar el cuerpo de la chica.
El resultado final debe ser lograr fusionarse, llegar a ser uno solo.
Mariana expresa la noción de tener un imán entre su propio esternón y su mano izquierda que contiene el cuerpo de la pareja.
Así pues, continúan, los dos se sostienen. Es un abrazo común. En el lado cerrado del abrazo, tanto como sostiene el hombre, sostiene la mujer. Esta consigna permite la sensación de un abrazo técnicamente posibilista en tres dimensiones en la que se siente que el abrazo te rodea verdaderamente.
Finalmente, practican un ejercicio en el que realizan pasos laterales de diferente amplitud. Así explicitan que simplemente cambian de peso sin que en ello cambie nada del sostén. Los pies proyectan más o menos el centro de gravedad pero no se modifica o añade nada extra respecto al abrazo. La chica lee esta dinámica directamente y actúa en consecuencia. Lo siente y trata de ir con él de acuerdo a esta sensación. Por tanto, no anticipa o se espera lo que pueda suceder, sólo refleja el movimiento de Sebastián sin cambios en la intensidad del sostén, sin ningún cambio en la conexión del abrazo.
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